Friday, January 11, 2019

Sabelotodismo

Pareciera que es algo de estos tiempos, los seres humanos y especialmente los de este rincón del mundo - Latinoamérica y Venezuela - tenemos ese sentimiento de que nos lo sabemos todo. Resulta irónico, cuando las personas tienen más acceso o una mayor facilidad a obtener información, suelen respaldar sus opiniones y puntos de vista con una "breve investigación" en Google o el buscador de su preferencia. Entonces las diversas redes sociales nos convierten en filósofos, psicólogos y fotógrafos. Venezuela sufre una dictadura dirigida por una agrupación de criminales y sostenida por los militares y dos potencias mundiales enfrentadas a los Estados Unidos (Rusia y China).


Entre las soluciones que se plantean desde el universo Twitter, hay dos grandes mundos que consideran propias y suyas la forma de sacar a Venezuela de la dictadura. Una de ellas, la que podríamos llamar la oposición tradicional o la oposición bajo la sombra de la Asamblea Nacional, insiste en buscar los métodos legales o tradicionales para exponer al régimen y dejar por sentado que estamos en una dictadura. Básicamente señalan que siguiendo la constitución, así sea de una forma muy purista, se darán los pasos para colocar al régimen en una posición incómoda y esto obligará a los uniformados a exigir la salida del chavismo del poder. La otra, que podrían llamar los guerreros del teclado o Twitter, consideran que los anteriores son de alguna forma aliados al régimen y que sus actos solo permiten alargar la permanencia del chavismo en el poder. Estos dicen que lo ideal es que se realicen actos o acciones mas agresivas que, de igual manera, expongan al régimen mientras se le solicita a los aliados apoyo militar para lograr sacar al chavismo del poder.


Mi planteamiento podría estar errado, pero básicamente la cosa va por dos grandes grupos que se reconocen como las autoridades para lograr salir del chavismo. El asunto es que las discusiones en las redes sociales, especialmente en Twitter, confirman el "sabelotodismo" con el que todos opinan, exigen, insultan, recriminan, señalan, etc. Entonces unos yendo contra otros, señalan que son los poseedores de la verdad, que solo ellos manejan la verdadera forma de liberar a Venezuela de la dictadura chavista. A partir de ahí, se insultan, se recriminan, se ofenden y los días en las redes pasan bajo una guerra infinita que no tendrá final hasta que el tema se resuelva, que en el caso venezolano no pinta cercano.


Esto sucede también con el tema de la legalización del aborto y la marihuana además de tantos temas que se hacen virales y comunes en las redes sociales. Cada quien va y vive con su verdad, la cosa es que nuestra opinión suele sustentarse de menos recursos y si hubiera alguna autoridad, simplemente se ignora o se discute. Si un político dice una opinión, y es contraria a la nuestra, aquel personaje no es buen político y probablemente tenga rabo de paja. En cambio, si un político es cercano a nuestra opinión, se convierte en una eminencia y es raro que nos animemos a discutir sus opiniones. Insisto, va con todos los temas que son virales y polémicos. Algunos importan más, otros toman fuerza si el tema se vuelve urgente, por ejemplo, los casos de acoso y violación a mujeres en el mundo de la farándula.

Yo no tengo autoridad para decirles cómo hacer, cómo opinar, cómo hablar. En todo caso puedo recomendarles que, para formarse una opinión, intenten sustentar dicha opinión con las bases propias para hacerlo. Que pongan entredicho la opinión propia y la ajena, que intenten ponerse en el lugar de la persona que piensa distinto a uno. Va igual cuando hay una autoridad, y definamos autoridad como alguien que está bastante preparado en un tema, porque leyó y porque tiene la experiencia propia para asegurar que sus opiniones son bien sustentadas y respaldadas. 


En el caso venezolano, que puse de ejemplo, en mi humilde opinión el secreto para liberar al país de la dictadura chavista, radica en que la oposición se unifique y presione de la manera que sea, a los uniformados, los verdaderos protectores de la dictadura. Sí, es fácil decirlo y muy jodido hacerlo. De cualquier manera, ojalá seamos más humildes a la hora de plantear nuestros puntos de vista y discutirlos con quienes piensan distinto. Ojo, comunista no es gente.


Me despido, retomando esta humilde tribuna, deseándoles mis mejores augurios para este año que comenzó. Estaré, en lo posible, compartiendo cartas los días lunes, empezando el lunes 21.

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