Monday, July 30, 2018

Encrucijadas

Suelen ser más comunes de lo que creemos. Vamos transitando la vida y de la nada se abren las vías: Aquella en la que seguimos como vamos y aquella o aquellas en las que estamos determinados a tomar un nuevo rumbo, un nuevo destino. La vida intenta avisar y son muchas las cosas que esconden aquel aviso. 



Es cuestión de latidos, de segundos, de momentos en el que se debe determinar qué ruta seguir: Aquella que veníamos transitando o aquella a la que indefectiblemente tememos pero se nos hace necesaria para seguir viviendo. Si la decisión fue seguir la ruta que se venía, nada pasa, todo el mundo sigue afirmando e inclusive aprobando la historia de la vida que vamos haciendo. Pero si la decisión fue la otra, más vale que no, el murmullo de fondo se hace ruido: ¿Qué coño le pasó? ¿Y esa vaina? Son de las preguntas más normales que he escuchado en circunstancias de esa índole. 

Lo difícil es la encrucijada per se. Puede parecer que dura segundos, minutos o unos pocos días. La verdad es que la medida de tiempo se convierte en meses, siendo optimistas, aunque realmente pareciera que transcurren años cuando ni siquiera el dígito de la vuelta al sol ha cambiado. 

Efectivamente uno comete errores y ellos salen a saludar y abrazarlo a uno como si fueran hermanos de toda la vida. Lo irónico es que transitando el antiguo camino, dichos errores se quedan calladitos comiendo cotufas en la tribuna VIP de nuestra existencia. Da igual, el antiguo libro de las maneras en las que uno debe vivir, nos indicará que guión seguir según la aprobación general de quienes nos acompañan la existencia. 

No queda claro si la vida es de uno o es de todos. No está claro si la vida nos pertenece o si debe pasar por la aprobación o respaldo de quienes hacen vida con uno. Las encrucijadas son precisamente esas etapas complicadas en las que uno puede o debe tomar una decisión que afecta, que urge y muchas veces duele. Y esas decisiones, suelen tomarse buscando un bien común o el menor daño posible… ¿Existe eso del menor daño posible?

Creo haber pasado la encrucijada y me encuentro transitando un camino nuevo, o un camino anterior, simplemente un camino. La soledad me vio y me abrazó, una nueva perspectiva me ha permitido rememorar ciertas cosas que aparté sin razón aparente, la tristeza ha hecho lo suyo para hacerse mi cable a tierra y la alegría se hizo presente en una inesperada manera.

La vida seguirá, encrucijadas más vendrán: ¿Iguales? ¿Distintas? Difícil de saber, pero seguro que vendrán. Lo mismo con cada uno de vosotros, vendrán nuevas encrucijadas en las que tendrán que tomar decisiones, sea para seguir el camino que van, andar una vía nueva o transitar un camino inesperado. 

Nos vemos en el camino, nos vemos en la vía, nos vemos. Gracias por vuestro tiempo.

Sunday, July 29, 2018

El Cambio

(Carta compartida el martes 03 de agosto de 2010)

El mundo en constante cambio, la idiosincrasia de un enorme ente que aparenta estar quieto pero cambia tan rápido como aquella medida de tiempo indivisible. ¿Cambia porque quiere? ¿Cambia porque le toca? El mundo en realidad no está respondiendo a esas preguntas, sigue su proceso eterno de evolución, el mismo del que formamos parte y que describe la naturaleza real y verdadera del ser humano, del ser vivo: el cambio.



¿Cambiamos porque queremos? ¿Cambiamos porque nos toca? Por lo general nunca respondemos aquello, entendemos al cambio como proceso natural porque envejecemos, crecemos y el pasar del tiempo pasa factura a nuestra existencia. A veces no queremos cambiar y a veces no nos toca cambiar, sea por miedo o comodidad, sea por experiencia o crecimiento espiritual, los seres humanos a veces vivimos circunstancias en las que el cambio no ocurre o no ocurre como esperamos. Recuerden, el mundo sigue girando y nosotros vamos dentro de él, así que por más que las cosas no parecieran cambiar, están cambiando.

El miedo y la comodidad por lo general van de la mano, ellas se apoyan en la otra con el único fin de que el cambio sea la última opción de vida, a pesar de que igual formemos parte de aquello. Tanto el miedo como la comodidad logran que no vivamos el cambio como la experiencia real que es, como el escenario propicio para el ser humano mejorar, trascender, crecer y perpetuarse.

Cambiamos porque queremos o porque nos toca, el efecto dependerá de nuestra actitud ante ello. A veces un tercero nos invita a cambiar, a veces nos obliga hacerlo, a veces nos hace cambiar para que retomemos una senda que veníamos viviendo, a veces, simplemente para que nos conozcamos aún más. A veces somos nosotros los que nos cansamos de lo que vivimos, que deseamos un escenario nuevo, a veces pretendemos lograr que la vida se nos haga más llevadera. Todas son situaciones de cambio, desde las que aparentan la mayor calma hasta las que se cargan de angustias.

El cambio, como estructura evolutiva del ser humano, es más grande que una modificación de estatus en las relaciones humanas, de un nuevo lugar para vivir, de nuevas funciones que ejecutar, de un nuevo sitio de trabajo, de una nueva persona en la vida, de una persona que estuvo y vuelve o de cualquier situación que nos genere una reacción diferente. El cambio genera responsabilidad, respeto, compromiso, sentimiento, esperanza, amor y vida…

Irse, quedarse, aceptar y aceptarse, negarse, volver, pensar, ejecutar, luchar, caer, levantarse, ceder, respetar, amar, admirar, callar, pretender, insistir, buscar, indagar, pronunciarse, como estas palabras casi todas las que generen actos, generan cambios, generan vida, generan lo que somos.

El cambio que queramos o que nos toque, será mejor o peor en la medida que lo aceptemos, nos adaptemos o luchemos porque nos precise una mejor situación. Eres el cambio y eres el instrumento para hacerlo verdadero.

Enviándoles un cordial saludo, agradeciendo vuestras palabras silentes o no, que le dan sentido a estas letras que procuran adentrarse en vuestras almas y generar alegría y por sobre todas las cosas: ¡Felicidad! Mi cariño eterno y el respeto por lo que hacéis de parte de este humilde servidor: ¡Pura Vida!