Tuesday, December 3, 2019

En primera persona


Con los buenos ratos, la vida se nos va entre lo que nos dicen que tenemos que vivir y lo que realmente vivimos. Que si estudias y te gradúas, que si te emparejas y te casas, que si tienes hijos y así va la vida, nos van preguntando qué es lo próximo por hacer y poco importa lo que estamos haciendo. Con tanto preguntar parece que ser feliz no radica en lo que haces actualmente si no en lo que estás por hacer. Nunca es suficiente, lo de hoy ya fue, qué será mañana.


Lo que importa es lo que vivamos nosotros, la vida se vive en primera persona y por mucho que nuestros seres queridos y cercanos estén pendientes de nuestra evolución, no podemos permitir que aquellos sean definitivos en nuestro hacer y proceder.

Que te tienes que ir del país, que te tienes que quedar, que te tienes que casar aquí o allá, que tienes que tener hijos si o si, que tienes que hacer esto o aquello porque si no, no estas viviendo. ¿De verdad?


Así como con lo bueno, va con lo contrario, es decir, al revés, pero todo lo contrario.

Con los malos ratos, también pareciera que tenemos que vivir nosotros aquellas dificultades que otros intentan explicarnos o mostrarnos para evitarlas. Y claro que sería mejor aprovechar el consejo ajeno para evitar transitar los malos ratos, pero una vez más, el ser humano parece que necesita vivir en primera persona esas dificultades.

Dios, la virgen o quien usted tenga puesta sus creencias, les evite esos malos ratos, pero si los vive, trate de aprender. Nos encanta darnos con la misma piedra varias veces.


Ahí está la grandilocuente incoherencia del ser humano, para lo bueno nos cuesta vivir lo nuestro porque nos acostumbramos a dejar que los demás nos digan que hacer. Pero con lo malo, vaya mi compadre, aunque nos digan por activa o por pasiva que hacer, preferimos darnos con la misma piedra tantas veces sea necesario.


Los que se inventaron estas millones de historias deben estar cansando de reírse ante lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Mi humilde sugerencia, viva todo en primera persona, disfrute lo bueno y aprenda de lo malo, repita lo bueno – si aplica – pero evite repetir lo malo.

Felices fiestas, las que celebren, que el vente veinte sea de alegría, crecimiento y felicidad. Nos vemos, gracias por leer y sumar.

Monday, August 26, 2019

Mercurio Retrógrado

(Texto original del lunes 29 de agosto de 2011)

Las cosas no salen, así de sencillo. En la Venezuela (y el mundo actual) de los pasos hacia atrás, cualquier procedimiento que tengamos que hacer de cualquier índole será una tortura y probablemente no salga. Igual en nuestras vidas, las cosas que nos proponemos no van a salir, no porque no queramos, porque no se puede. Bueno, eso creemos. Es con todo, las cosas que hacemos para ganarnos la vida, las cosas que hacemos para involucrarnos en la vida, en general las cosas que hacemos.


Es difícil que asumamos responsabilidades, me pasa a mí, nos para a todos. Aceptar que por alguna razón asociada a nosotros las cosas no salen, es más difícil que unir a la Venezuela de los pasos hacia atrás, la misma de los polos opuestos. Para todo hay algo externo o ajeno que interfiere en nuestro proceder, en los pasos que cometemos para lograr cualquiera de las decenas de metas que nos hemos propuesto y que generalmente coinciden con las resoluciones de cada año.


El sistema, la burocracia, la falta de dinero, las piedras de tranca, el mundo en contra, la carga y tantas expresiones por las que no llegamos a la meta, no alcanzamos nuestros sueños, no llegamos a la persona que siempre visualizamos pero nunca protagonizamos.


A ese ensañamiento global ahora le llamamos Mercurio Retrógrado, situación temporal en la que los planetas asumen posiciones que suponen un retroceso en la situación que vivimos. Algo así como que las colas son más largas, la gente nos trata mal y por ende tratamos mal a la gente, las cosas no salen mal: TIENEN que salir mal porque todo está encausado a que así sea. Se siente un ambiente de pesadez, la depresión ronda el sentimiento y la esperanza espera a que concluya el Mercurio Retrógrado para ejercer su derecho a animar la vida de quienes creen en ella.


Los meticulosos de la astrología me dirán que esta situación es real y así sucede, acá no vamos a discutirles. Independientemente de que sea así, la cosa es que mercurio retrógrado se convirtió en la excusa perfecta para que las cosas no salgan cuando no queremos que sea así o cuando no sepamos qué hacer. Se vive de una excusa común y quien sabe si irreal en la que nos permitimos el abandono, la ausencia, el temor, el miedo, la desesperanza.

La cosa no salió: Mercurio Retrógrado. Tengo que mejorar cosas de mí: Mercurio Retrógrado. Debo cambiar mi manera de reaccionar: Mercurio Retrógrado. Tengo que expresarme mejor por lo que quiero y siento: Mercurio Retrógrado.


No es fácil cambiar, no es fácil hacer, casi nada es fácil a excepción de descansar. Pero el animo al final busca la manera de zafarse de esta excusa y permitirnos creer que las cosas pueden y deben ser mejor, no importa si vivimos en la Venezuela de los pasos hacia atrás, la misma de los polos opuestos, la que en nuestra mente parece de primer mundo y no lo es básicamente por nosotros.


En vosotros la pasión por la vida, esa que nos invita a creer en aquello que nos define y sobre todo lo que nos pone en marcha cada día. Convertirnos en la excepción a la regla que cree indefinidamente en que Mercurio Retrógrado es la razón por la que de cuando en cuando nos va mal. Lo sabemos, de verdad que lo sabemos, casi siempre nos va mal porque nos da la gana.

Animaos, que mejor que nada ya no hay Mercurio Retrógrado, para noviembre sale otro, vivan  ya. Hagan lo que deban hacer por reconocerse felices, hagan, solo hagan. Aquí la admiración que les profeso porque viviendo ya estáis haciendo historia.

Mi aprecio y  las mejores vibras porque vuestras vidas sigan siendo culto a la alegría: ¡Pura Vida!

Wednesday, July 17, 2019

Tus Sueños

Soñaba con hacer feliz a los demás, ese típico sueño de héroes que salvamos a todos y recibimos a la calladita el gesto del que es aplaudido por hacer diferencias. Otro que soñaba que hacía feliz a su pareja, que a pesar de sus diferencias, luchaba cada momento porque sus errores no fueran tales y los aciertos fueran un dulce sabor de alegría y placer. Uno más que mientras se quedaba dormido pensaba que todas sus cosas saldrían bien, que aquello que anhela lograr está cruzando a mano izquierda, o a mano derecha según su visión, y que finalmente alcanzaría las metas planteadas.


Son todos sueños, tuyos, míos, los que sueñan todos. Más allá de aquellos que “no controlamos”, son los sueños que se hacen imagen pero no realidad. Esos sueños que hacen agradable la dormida más allá del cansancio que sumamos día por día. Esos sueños, de alguna manera reflejan lo que queremos, lo que buscamos, lo que deseamos. Es nuestro ser hablándonos de frente, nuestra mente diciéndonos – viejo, esto es lo que tú y yo queremos – y en ello te pide el esfuerzo. Porque ese esfuerzo es lo que diferencia el soñar y hacer, el intentar y lograr. No nos volveremos superhéroes repentinamente, seremos tales personas que los demás siempre se ampararán en nosotros para sentir que el bien existe y está entre nosotros.


Esos sueños son los que nos piden que cambiemos, que lo intentemos, que dirijamos el esfuerzo a lograrlo.


Seguí soñando, seguí luchando por lograrlo, seguí viviendo.


Habrá un sueño en el que todos logramos aquello que deseamos, un poco más, un poco menos. Pero lo hacemos, formamos parte de esos que en mayoría hacen un poquito para cambiar las cosas, intentan día por día hacerlo mejor, simplemente hacerlo.


También están aquellos sueños que vivimos y no controlamos, que a veces son deja vu, a veces no, que nos suelen dar otras señales, otros gestos, otros avisos. A esos sueños hay que prestarles atención también, porque ellos también nos dan un mensaje. Tal vez otra ocasión sirva para ampliar este tema.


Les saludo, les agradezco, les deseo el bien. Mis eternos deseos para que vuestras vidas sean un largo baño de salud, felicidad y éxito.

El cariño de siempre y ¡Pura Vida!

¡Próxima estAción esperanZa!

(Carta compartida originalmente el lunes 11 de junio de 2012)

Monday, May 20, 2019

Todos los Likes

Con una extraña facilidad la forma en que nos comunicamos cambia tan rápido como podemos cambiar el humor en esta sociedad expresa. Antes podía dominar el nervio cuando teníamos que decirle a otro persona que nos gusta, que nos interesa, que le apoyamos y tantas cosas que significan demostrar apoyo y afecto.


Ahora todo se dice digitalmente, y peor aún, a través de la rapidez de las redes sociales. De una carta empuñada a mano pasamos los stickers o memes, con los que intentamos transmitir nuestro afecto, nuestra posición o consideración. Aquí no está el problema, si es que lo hay, el asunto va en que muchas veces comunicamos con las acciones que efectuamos en las redes.



¿Cómo se come eso? Vamos.



Que si te doy like, que si veo tus publicaciones de primero, que si te respondo a todo lo que publicas, que si le mando a mis contactos todo lo que publicas y así. También hay quien se comunica dejando de ver publicaciones, dejando de dar like, dejando de transmitir interés por aquellas publicaciones de la otra persona.

Hemos dispuesto una complejidad para comunicarnos que puede y suele generar confusión y precisamente la confusión puede activar los malos entendidos. Estos son los principales causantes de buena parte de los conflictos de la humanidad y especialmente de los conflictos entre las personas. Y claro, habrá quien no comunica nada más allá de dar like a publicaciones.


Hay quien honestamente responde a una publicación porque ciertamente le atrae o le gusta. Pero es mayoría quien suele manejar un discurso desde las acciones en redes sociales: Dar like, revisar las publicaciones, responder y un largo etcétera. Entonces el discurso se transmite: Que estoy molesto contigo pero estoy pendiente de ti, que no estoy de acuerdo con lo que dices o haces, que me caes bien pero no quiero que mal interpretes, que me gustas pero tienes que echarle bola para lograr tener algo conmigo, que tantas cosas que podemos decir que se pueden dar entre dos personas.

El principal responsable de este cambio comunicacional es el ego, quien se hace fuerte cuando todos nos miran con admiración pero se hace débil cuando se le hace cuesta arriba comunicar algún anhelo nuestro.

Te quiero y te doy like, te quiero y RT lo que digas. Te quiero por la pantalla.


No soy quien para decir como comunicarnos, la verdad es que la realidad suele imponerse por mucho que intentemos llevar el tema comunicacional a la deriva de como es llevado por la mayoría. Tampoco soy quien para decir si estas nuevas formas son correctas o no, la verdad es que lo correcto lo determinará como se sienta usted ante las cosas.


Si usted prefiere comunicarse vía like o no, vía meme o no, vía sticker o no, vía redes sociales o no, el acierto lo determinará como se sienta usted ante la forma en que se comunica.


Humor aparte, da la impresión que nos estamos enfilando a como se comunicaban los egipcios en la época de los faraones.

😛😝💙💛💓🙌😏💪

¿Me entendieron? Y así consigo despedirme, les deseo una feliz semana y les agradezco infinitamente vuestro tiempo.

Thursday, May 9, 2019

Realidad

Dicen que hay una sola realidad, como dicen que hay una sola verdad y es cuando empiezan los cortocircuitos en la testa. ¿Hay una o varias realidades? Veamos. Pareciera que sufrir, todos sufrimos igual, nada mas lejos de la verdad. Hay quien asume el sufrimiento como un aprendizaje necesario – o ni tanto – que nos permite crecer en nuestro proceso de vida, otros ven el sufrimiento como la excusa necesaria para justificar cuanto hace y especialmente cuanto daña. Pudiendo ser un mismo sufrimiento: Una perdida, un rechazo, una infidelidad o cualquier otra tristeza que nubla el devenir, cada quien enfrentará y superará dicho sufrimiento con las herramientas o elementos que la vida le ha facilitado.


Esta la persona que sufre una infidelidad. ¿Quién es el culpable? De buenas a primeras señaláremos a quien comete el adulterio, correcto, es la persona que hace el mal. Aquí es donde las realidades, según cada quien, cambian. El que se viste de víctima y punto, aquellos que ante el sufrimiento entienden que la vida les da permiso de hacer lo que les de la gana. Está el que intenta entender al otro, al malo, e intenta comprender qué llevó a esa persona a cometer tal infidelidad: ¿Se sentía bien? ¿Le faltaba algo? ¿Sentía rechazo? ¿Se perdió la conexión? De ninguna manera estas preguntas y sus respuestas justificarán al que cometió el adulterio, pero nos llevarán a entender cómo se llegó a este lugar. La realidad es la misma, una persona sufrió una infidelidad, pero la razón por la que sucede, el cómo se enfrenta y los efectos dependerán de cada quien: Desde aquel que se hace victima o aquel que entiende que por alguna razón, también es culpable de ese desenlace inesperado e indeseado.


Va lo mismo con prácticamente todas las relaciones humanas, con las amistades, con las relaciones de familia, con cualquier vinculo que exista entre dos o mas personas. La realidad puede ser la misma: Un afecto puro y verdadero que une a las personas, pero, el devenir o el desenlace será distinto precisamente cuando cada quien asome su realidad y empiece a denotar las diferencias que necesita imponer o que no logra entender. A partir de ahí empiezan las distancias, la presunción de algo de lo que no se tiene certeza, el triste desenlace donde las relaciones humanas se visten de distancia por aquello de que la lejanía suele ser un remedio necesario.


La realidad es que dos personas necesitan estar lejos porque algo simplemente los separa. No, la realidad es que hay una distancia porque una o ambas partes perdieron la conexión que les permitía estar en contacto con el otro. Y así aplica, algo que sucede que es una realidad tiene una diferente incidencia en quienes la viven. El asunto va en que entendamos que aunque vivamos una misma realidad, la capacidad de reacción o la respuesta de los demás puede ser tan distinta como diversa.


¿Quién tiene la razón? ¿Quién sabe cual es la realidad? Usted tiene la respuesta.

Wednesday, February 27, 2019

Una Reunión

(Carta publicada originalmente el miércoles 27 de febrero de 2013)

La hora de reunión, la de improvisto, la menos esperada. ¿El lugar? Cualquier aposento de la soledad. Cuando esperas una gran ausencia en la reunión, todos asisten, o como dicen popularmente: éramos muchos y parió la abuela. Esto son los pergaminos de la reunión que sostuve con mis errores. 


Mis errores no faltaron, fueron puntuales con esta reunión que suele suceder cuando la nostalgia invade o cuando el que hubiese hecho disputa con la razón. Todos se sentaron, uno tras otro, recordando lo que sucedió, cuándo sucedió y porqué sucedió. Son los momentos en los que el orgullo gobierna, situaciones donde la ira resuelve, circunstancias en las que uno se aleja o hace que los otros se alejen, instantes en los que uno hiere porque no sabe qué hacer.


Los errores o aquellos momentos en los que uno pierde o deja ir a un ser querido, momentos en los que uno huye, momentos en los que uno teme y realiza la peor acción. Es así como uno al paso del tiempo ve de lejos, aún en el mismo país, a gente con la que compartió, gente con la que se disfrutó de un puñado de buenos años. Un poco de tristeza, un poco de alegría, un poco esperanza. 


Un poco de tristeza porque ya uno no es presente, o aquellos dejaron de ser presente en la vida de uno. Algunos sumando grandes logros y alegrías, uno que va avanzando en la vida, pero historias que tristemente avanzan por caminos diferentes.


Un poco de alegría, porque uno no puede más que desear el bien a los demás, inclusive aquellos que por una situación, la que fuese, ahora son de los que uno evita en lo posible. A pesar de la gran brecha, a pesar de que tal vez no haya reencuentro, la buena vibra debe ser una autopista de ida y vuelta, de corazón, del alma, de verdad. 


Un poco de esperanza, porque si hubo cariño, si hubo aprecio, si hubo sentimiento el camino del reencuentro es más fácil. Los errores son esos, circunstancias en las que nos equivocamos y no hicimos lo que nuestro querer siempre supo hacer. La esperanza de volverse a ver es la misma que de despertarnos cada día.


Desde esta humilde tribuna va mi palabra de afecto a todos los que habiendo compartido un buen rato de la vida estamos separados por una infinita brecha de orgullo y miedo. Probablemente me equivoqué y pido perdón por ello. No es un perdón cualquier es un perdón que significa te quiero. 



Si ven estas letras oportunas para gente de su afecto que ya no ve, ya no contacta, úsenlas. No hay mayor felicidad que entre tantos intentos de separación, algunos en la humanidad hacen lo posible por reencontrarse.


Se termina la reunión, mis errores siguen siendo mis errores, pero tras ellos viene el porvenir, el gesto cierto que cada segundo que viene podremos reencontrarnos con quien queramos, empezando por nosotros mismos. En la esperanza está el gusto. 

Mi agradecimiento por vuestro tiempo, mi agradecimiento por vuestras vidas, mi agradecimiento por vuestra esperanza. Con el cariño de siempre: Pura Vida y Próxima estAción esperanZa! 

Thursday, February 14, 2019

El amor después del amor

Llegada la mitad del mes de febrero y llega la celebración del día de San Valentín que no es otra cosa que la celebración del día del amor y la amistad en buena parte del planeta. A partir de aquí hay dos grandes grupos: Los que disfrutan y le sacan el máximo a la celebración de este día y los que le tienen cierto rechazo por considerarlo un día meramente comercial. En la última década, con la vida digital que llevamos casi todos, además de celebrar el día podemos ver cómo lo "celebran" o "disfrutan" los demás. Las redes sociales se convierten en una infinita exposición de fotos y videos de parejas, cenas, familias, hijos, padres y cualquier demostración de afecto para afirmar y en lo posible convencer que estamos celebrando el dia del amor y la amistad. 


Cada quien, libre de celebrarlo o no, como quiera. 


La fiesta de San Valentín proviene de un mártir que casaba a las parejas que en el imperio romano tenían prohibido efectuar tal acto. Sobre ello mucho se ha discutido e inclusive la iglesia católica retiró y modificó la celebración de San Valentín del 14 de febrero, sin embargo el planeta celebra religiosamente ese día como el día del amor y la amistad. 


¿Cómo celebramos el amor? El amor, como dice la mayoría que ve con desdén el día de San Valentín, se vive todos los días, es la respiración del alma, es la confianza de la existencia en que podemos y vale la pena seguir viviendo. Amar no va solo con la pareja, amar es el manifiesto ejercicio de querer, apoyar, acompañar y ayudar a todos los seres humanos que sumamos en nuestras alegrías y tristezas. En las alegrías, cuando vemos que aquellos que nos rodean son felices, cuando aportamos un mínimo gesto que suma en el latido de los demás, cuando hacemos posible que la sinfonía de la vida sea el conjunto de sonrisas que vamos dejando mientras vamos viviendo. ¿En las tristezas? Sí, también. A veces toca abandonar un camino con alguien a quien se sigue amando, es cuando uno tiene la certeza que de seguir juntos, dicho camino se hará intransitable, prácticamente "invivible". Mucho se cree que cuando uno se aleja es porque deja de amar y no, a veces es precisamente porque tanto se ama que uno opta por no hacer daño o no seguir haciendo daño. Claro, habrá quienes dicen que lo mejor es seguir intentándolo, que vale la pena seguir para no terminar una linda historia. Y también es posible, la verdad no la tiene nadie, en esto de sentir y querer, cada quien siente y quiere a su manera. 


Hay amor después del amor. No porque se encuentre otra pareja, otra historia, hay amor porque siguen muchas historias andando e inclusive aquella que culminó podría reiniciarse. La vida es un infinito intento de que seamos felices, una apuesta de alguien superior que le fascina ver millones de historias entre millones de personas donde la entrega, el cariño, la dedicación, el afecto y el querer son el pulso que une dichas vidas. 

De nuevo, cada quien haga o deshaga, celebre o no. Hay amor, después del amor.