Monday, May 20, 2019

Todos los Likes

Con una extraña facilidad la forma en que nos comunicamos cambia tan rápido como podemos cambiar el humor en esta sociedad expresa. Antes podía dominar el nervio cuando teníamos que decirle a otro persona que nos gusta, que nos interesa, que le apoyamos y tantas cosas que significan demostrar apoyo y afecto.


Ahora todo se dice digitalmente, y peor aún, a través de la rapidez de las redes sociales. De una carta empuñada a mano pasamos los stickers o memes, con los que intentamos transmitir nuestro afecto, nuestra posición o consideración. Aquí no está el problema, si es que lo hay, el asunto va en que muchas veces comunicamos con las acciones que efectuamos en las redes.



¿Cómo se come eso? Vamos.



Que si te doy like, que si veo tus publicaciones de primero, que si te respondo a todo lo que publicas, que si le mando a mis contactos todo lo que publicas y así. También hay quien se comunica dejando de ver publicaciones, dejando de dar like, dejando de transmitir interés por aquellas publicaciones de la otra persona.

Hemos dispuesto una complejidad para comunicarnos que puede y suele generar confusión y precisamente la confusión puede activar los malos entendidos. Estos son los principales causantes de buena parte de los conflictos de la humanidad y especialmente de los conflictos entre las personas. Y claro, habrá quien no comunica nada más allá de dar like a publicaciones.


Hay quien honestamente responde a una publicación porque ciertamente le atrae o le gusta. Pero es mayoría quien suele manejar un discurso desde las acciones en redes sociales: Dar like, revisar las publicaciones, responder y un largo etcétera. Entonces el discurso se transmite: Que estoy molesto contigo pero estoy pendiente de ti, que no estoy de acuerdo con lo que dices o haces, que me caes bien pero no quiero que mal interpretes, que me gustas pero tienes que echarle bola para lograr tener algo conmigo, que tantas cosas que podemos decir que se pueden dar entre dos personas.

El principal responsable de este cambio comunicacional es el ego, quien se hace fuerte cuando todos nos miran con admiración pero se hace débil cuando se le hace cuesta arriba comunicar algún anhelo nuestro.

Te quiero y te doy like, te quiero y RT lo que digas. Te quiero por la pantalla.


No soy quien para decir como comunicarnos, la verdad es que la realidad suele imponerse por mucho que intentemos llevar el tema comunicacional a la deriva de como es llevado por la mayoría. Tampoco soy quien para decir si estas nuevas formas son correctas o no, la verdad es que lo correcto lo determinará como se sienta usted ante las cosas.


Si usted prefiere comunicarse vía like o no, vía meme o no, vía sticker o no, vía redes sociales o no, el acierto lo determinará como se sienta usted ante la forma en que se comunica.


Humor aparte, da la impresión que nos estamos enfilando a como se comunicaban los egipcios en la época de los faraones.

😛😝💙💛💓🙌😏💪

¿Me entendieron? Y así consigo despedirme, les deseo una feliz semana y les agradezco infinitamente vuestro tiempo.

Thursday, May 9, 2019

Realidad

Dicen que hay una sola realidad, como dicen que hay una sola verdad y es cuando empiezan los cortocircuitos en la testa. ¿Hay una o varias realidades? Veamos. Pareciera que sufrir, todos sufrimos igual, nada mas lejos de la verdad. Hay quien asume el sufrimiento como un aprendizaje necesario – o ni tanto – que nos permite crecer en nuestro proceso de vida, otros ven el sufrimiento como la excusa necesaria para justificar cuanto hace y especialmente cuanto daña. Pudiendo ser un mismo sufrimiento: Una perdida, un rechazo, una infidelidad o cualquier otra tristeza que nubla el devenir, cada quien enfrentará y superará dicho sufrimiento con las herramientas o elementos que la vida le ha facilitado.


Esta la persona que sufre una infidelidad. ¿Quién es el culpable? De buenas a primeras señaláremos a quien comete el adulterio, correcto, es la persona que hace el mal. Aquí es donde las realidades, según cada quien, cambian. El que se viste de víctima y punto, aquellos que ante el sufrimiento entienden que la vida les da permiso de hacer lo que les de la gana. Está el que intenta entender al otro, al malo, e intenta comprender qué llevó a esa persona a cometer tal infidelidad: ¿Se sentía bien? ¿Le faltaba algo? ¿Sentía rechazo? ¿Se perdió la conexión? De ninguna manera estas preguntas y sus respuestas justificarán al que cometió el adulterio, pero nos llevarán a entender cómo se llegó a este lugar. La realidad es la misma, una persona sufrió una infidelidad, pero la razón por la que sucede, el cómo se enfrenta y los efectos dependerán de cada quien: Desde aquel que se hace victima o aquel que entiende que por alguna razón, también es culpable de ese desenlace inesperado e indeseado.


Va lo mismo con prácticamente todas las relaciones humanas, con las amistades, con las relaciones de familia, con cualquier vinculo que exista entre dos o mas personas. La realidad puede ser la misma: Un afecto puro y verdadero que une a las personas, pero, el devenir o el desenlace será distinto precisamente cuando cada quien asome su realidad y empiece a denotar las diferencias que necesita imponer o que no logra entender. A partir de ahí empiezan las distancias, la presunción de algo de lo que no se tiene certeza, el triste desenlace donde las relaciones humanas se visten de distancia por aquello de que la lejanía suele ser un remedio necesario.


La realidad es que dos personas necesitan estar lejos porque algo simplemente los separa. No, la realidad es que hay una distancia porque una o ambas partes perdieron la conexión que les permitía estar en contacto con el otro. Y así aplica, algo que sucede que es una realidad tiene una diferente incidencia en quienes la viven. El asunto va en que entendamos que aunque vivamos una misma realidad, la capacidad de reacción o la respuesta de los demás puede ser tan distinta como diversa.


¿Quién tiene la razón? ¿Quién sabe cual es la realidad? Usted tiene la respuesta.