Wednesday, January 30, 2019

El último chau

Vivimos con una sensación de permanencia que cualquier accidente o imprevisto nos puede cambiar de un momento a otro. Se siente eso de que mientras nos despertemos, somos eternos. La verdad es que nuestra vida es muy breve y en las primeras de cambio, la vida se nos agota y la gratísima presencia de aquellos a quienes amamos llega a su fin. Todo tiene su final, diría Lavoe, aunque la dictadura castrista y la chavista intentan demostrar que aquello no es cierto. La vida es un "cuento largo - cuento corto", una infinita cantidad de momentos que se reducen a varias centenas que alcanzamos a recordar mientras compartimos unos tragos, una vivencia o un momento particular. 


No podemos vivir con la sensación de estarnos despidiendo permanentemente, sin embargo algún día, cuando nos despidamos de la gente, sera la ultima vez que lo hagamos. Entonces, ¿le habremos dicho todo cuanto quisimos? ¿le habremos manifestado todo lo que sentíamos por esa persona? Ahí está el detalle, me respondería Mario Moreno, porque habrá gente que no nos importa mucho confirmarle nuestro sentimiento pero hay otro grupo que nos va a pegar si no alcanzamos a decir cuánto afecto les tenemos. No va solo para el afecto, va para todas aquellas cosas que construyen una relación entre dos o más: Afecto, momentos, experiencias, vivencias, la vida entera. 


Y pasa que para uno la vida entera fue la compañía de otra persona, así haya sido dicha compañía un par de meses. Pasa que la vida de uno pasa a ser mejor cuando se atreve a decirle a otro que su existencia es necesaria o tristemente que su ausencia es indispensable. Dicen que aquellos que se guardan dichos y sentimientos, empiezan a transitar padecimientos y dificultades que le complican o reducen la vida. Resulta irónico que justamente ahora cuando existen más medios para comunicarse, más difícil nos resulta demostrar afecto y sentimiento. 



Algún día, acertarán. Algún día cuando se despidan de alguien no lo volverán a ver. Por mucho que las religiones nos explican que vamos a otro plano de felicidad permanente, los que seguimos en este plano seguimos con la duda de que al momento de que se nos apague el sistema, podamos reencontrarnos con tantos afectos que formaron parte de nuestra existencia. 



Desde esta humilde tribuna, lo que tenga que decirle a su gente, diganlo. Y preferiblemente no esperen a que se venga el atardecer de la vida, aproveche ahora y diga lo que tenga que decir. Si usted quiere, hágalo y dígalo. Si usted extraña, dígalo y busque. Si usted necesita que lo perdonen, pidalo y cambie. 

Se les quiere, Pura Vida!

Tuesday, January 22, 2019

Querer queriendo

(Carta original del martes 18 de enero de 2011)

Hay quien te quiere como significado de vida, sean los padres, sean los hijos, sea familia, sea amistad, sea pareja, sea quien sea. Creemos que es un grupo mínimo, la realidad dibuja que suelen ser un grupito mayoritario que de cuando en cuando nos sorprenden cuando nos lanzan revelaciones cargadas de afecto. En este grupo la palabra amor suele ser la constante porque más que incomodar por la grandeza que el hombre le asigna, suele ser el respaldo propicio para que la gente transmita su sentimiento en estado puro y verdadero.


Está el que te quiere por agradecimiento, porque ha sabido valorar lo que has sido capaz de hacer por aquella persona. Son los que reconocen a la callada que aquellos gestos mínimos de afecto que has ido depositando en aquella alma, han ido cosechando un sentimiento infinito de afecto que prefieren irlo transmitiendo gota a gota. Este grupo es el que valora tu existencia porque reconocen ante el mundo que día a día aportas algo nuevo a la vida, sin que nuevo signifique inventarse algo.

Encontrarás los que te quieren por respeto, porque a pesar de no conciliar punto de vista alguno, reconoce el criterio con el que has sabido generar los momentos más idóneos para compartir, aprender y enseñar. Un grupo difícil de hallar pero que existe y que encuentran en el respeto el medio acertado para mantener un afecto que suma y no resta.


Lastimosamente los hay quienes buscan tomar ventaja de ti y si aquello significa hacerte daño pues la victoria es doble. Son los que no te pueden dar una definición correcta de afecto o sentimiento, desconocen el alcance de cualquier gesto que podemos depositar en los otros y entienden que el daño que se ocasiona al otro es un aprendizaje no importa el tamaño de la cicatriz que quede en el corazón.

Finalmente y la gran mayoría, los que no te conocen y probablemente no quieran hacerlo. No porque les parezca que seas una mala persona, es que no encuentran nada interesante a simple vista aunque puedas ser la persona más atractiva del mundo, cuyo caso el interés será otro.


Si esto sucede de un sendero, el sendero de vuelta es muy parecido.

Están aquellos que amamos con locura, los que están e imaginamos que no pueden dejar de existir a pesar de la ley natural de vida. Son padres, hermanos, amigos, pareja, cercanos, aunque creemos que son muchísimos los que realmente tienen nuestro afecto sin límite son un puñado muy pequeño.

Hay aquel que queremos con un afecto inmenso, porque le agradecemos el aporte que ha significado su presencia en nuestras vidas. Suelen ser aquellos que nos sorprenden, porque cuando el mundo no quiere escuchar, ellos quieren hacerlo, cuando el mundo no quiere estar, ellos suelen estar y así gustan marcar diferencias para colmar nuestra alma de alegría.


Aparecen los que tienen puntos de vista diferentes al nuestro, aquellos que nos pueden despertar cierta envidia, pero que aun así sentimos un respeto inmenso porque han sabido respetar nuestros puntos de vista y expresan con acierto el suyo. Grupo que con el tiempo se reduce a cómo el mundo ha decidido ir rompiendo puentes.

Tristemente hay un grupo al que le hemos hecho daño de una u otra manera. Lo hacemos porque desconocemos el efecto de nuestros actos o porque en algún rincón del alma hay un sentimiento que nos empuja actuar así. Este grupo a pesar de nuestros actos aun espera que corrijamos pero es poco probable que lo hagamos porque sin entenderlo bien preferimos que las cosas sigan así.


De nuevo y finalmente hay un inmenso grupos de seres humanos que nos da igual conocer, a pesar de que pueden haber en él una persona del sexo opuesto que nos interese, pues preferimos seguir frecuentando los que anteriormente hemos comentado por aquella máxima que reza: Es mejor viejo conocido que nuevo por conocer.

Al final entre el querer y ser querido está el gran secreto de sorprender y sorprenderse cuando uno aparta los miedos y temores. Querer aunque involucra mucho del afecto es una de los mecanismos más idóneos y propicios para mantenerse vivo, se sufre sí, pero también se goza cuando alguien se atreve a romper un paradigma y nos hace saber que nos quiere más que la vida misma, o cuando nos atrevemos a dar un abrazo que hable más que mil palabras.


Ya el veinte once está en marcha así que no esperemos al año próximo para empezar actuar. Como dice uno cuando es colegial: Se les quiere que jode. Por lo demás mis deseos más amplios y sinceros de que vuestras vidas sigan iluminando las de aquellos que les estimamos y seguimos. Para todo lo demás: ¡Pura Vida!

Friday, January 11, 2019

Sabelotodismo

Pareciera que es algo de estos tiempos, los seres humanos y especialmente los de este rincón del mundo - Latinoamérica y Venezuela - tenemos ese sentimiento de que nos lo sabemos todo. Resulta irónico, cuando las personas tienen más acceso o una mayor facilidad a obtener información, suelen respaldar sus opiniones y puntos de vista con una "breve investigación" en Google o el buscador de su preferencia. Entonces las diversas redes sociales nos convierten en filósofos, psicólogos y fotógrafos. Venezuela sufre una dictadura dirigida por una agrupación de criminales y sostenida por los militares y dos potencias mundiales enfrentadas a los Estados Unidos (Rusia y China).


Entre las soluciones que se plantean desde el universo Twitter, hay dos grandes mundos que consideran propias y suyas la forma de sacar a Venezuela de la dictadura. Una de ellas, la que podríamos llamar la oposición tradicional o la oposición bajo la sombra de la Asamblea Nacional, insiste en buscar los métodos legales o tradicionales para exponer al régimen y dejar por sentado que estamos en una dictadura. Básicamente señalan que siguiendo la constitución, así sea de una forma muy purista, se darán los pasos para colocar al régimen en una posición incómoda y esto obligará a los uniformados a exigir la salida del chavismo del poder. La otra, que podrían llamar los guerreros del teclado o Twitter, consideran que los anteriores son de alguna forma aliados al régimen y que sus actos solo permiten alargar la permanencia del chavismo en el poder. Estos dicen que lo ideal es que se realicen actos o acciones mas agresivas que, de igual manera, expongan al régimen mientras se le solicita a los aliados apoyo militar para lograr sacar al chavismo del poder.


Mi planteamiento podría estar errado, pero básicamente la cosa va por dos grandes grupos que se reconocen como las autoridades para lograr salir del chavismo. El asunto es que las discusiones en las redes sociales, especialmente en Twitter, confirman el "sabelotodismo" con el que todos opinan, exigen, insultan, recriminan, señalan, etc. Entonces unos yendo contra otros, señalan que son los poseedores de la verdad, que solo ellos manejan la verdadera forma de liberar a Venezuela de la dictadura chavista. A partir de ahí, se insultan, se recriminan, se ofenden y los días en las redes pasan bajo una guerra infinita que no tendrá final hasta que el tema se resuelva, que en el caso venezolano no pinta cercano.


Esto sucede también con el tema de la legalización del aborto y la marihuana además de tantos temas que se hacen virales y comunes en las redes sociales. Cada quien va y vive con su verdad, la cosa es que nuestra opinión suele sustentarse de menos recursos y si hubiera alguna autoridad, simplemente se ignora o se discute. Si un político dice una opinión, y es contraria a la nuestra, aquel personaje no es buen político y probablemente tenga rabo de paja. En cambio, si un político es cercano a nuestra opinión, se convierte en una eminencia y es raro que nos animemos a discutir sus opiniones. Insisto, va con todos los temas que son virales y polémicos. Algunos importan más, otros toman fuerza si el tema se vuelve urgente, por ejemplo, los casos de acoso y violación a mujeres en el mundo de la farándula.

Yo no tengo autoridad para decirles cómo hacer, cómo opinar, cómo hablar. En todo caso puedo recomendarles que, para formarse una opinión, intenten sustentar dicha opinión con las bases propias para hacerlo. Que pongan entredicho la opinión propia y la ajena, que intenten ponerse en el lugar de la persona que piensa distinto a uno. Va igual cuando hay una autoridad, y definamos autoridad como alguien que está bastante preparado en un tema, porque leyó y porque tiene la experiencia propia para asegurar que sus opiniones son bien sustentadas y respaldadas. 


En el caso venezolano, que puse de ejemplo, en mi humilde opinión el secreto para liberar al país de la dictadura chavista, radica en que la oposición se unifique y presione de la manera que sea, a los uniformados, los verdaderos protectores de la dictadura. Sí, es fácil decirlo y muy jodido hacerlo. De cualquier manera, ojalá seamos más humildes a la hora de plantear nuestros puntos de vista y discutirlos con quienes piensan distinto. Ojo, comunista no es gente.


Me despido, retomando esta humilde tribuna, deseándoles mis mejores augurios para este año que comenzó. Estaré, en lo posible, compartiendo cartas los días lunes, empezando el lunes 21.