Monday, August 26, 2019

Mercurio Retrógrado

(Texto original del lunes 29 de agosto de 2011)

Las cosas no salen, así de sencillo. En la Venezuela (y el mundo actual) de los pasos hacia atrás, cualquier procedimiento que tengamos que hacer de cualquier índole será una tortura y probablemente no salga. Igual en nuestras vidas, las cosas que nos proponemos no van a salir, no porque no queramos, porque no se puede. Bueno, eso creemos. Es con todo, las cosas que hacemos para ganarnos la vida, las cosas que hacemos para involucrarnos en la vida, en general las cosas que hacemos.


Es difícil que asumamos responsabilidades, me pasa a mí, nos para a todos. Aceptar que por alguna razón asociada a nosotros las cosas no salen, es más difícil que unir a la Venezuela de los pasos hacia atrás, la misma de los polos opuestos. Para todo hay algo externo o ajeno que interfiere en nuestro proceder, en los pasos que cometemos para lograr cualquiera de las decenas de metas que nos hemos propuesto y que generalmente coinciden con las resoluciones de cada año.


El sistema, la burocracia, la falta de dinero, las piedras de tranca, el mundo en contra, la carga y tantas expresiones por las que no llegamos a la meta, no alcanzamos nuestros sueños, no llegamos a la persona que siempre visualizamos pero nunca protagonizamos.


A ese ensañamiento global ahora le llamamos Mercurio Retrógrado, situación temporal en la que los planetas asumen posiciones que suponen un retroceso en la situación que vivimos. Algo así como que las colas son más largas, la gente nos trata mal y por ende tratamos mal a la gente, las cosas no salen mal: TIENEN que salir mal porque todo está encausado a que así sea. Se siente un ambiente de pesadez, la depresión ronda el sentimiento y la esperanza espera a que concluya el Mercurio Retrógrado para ejercer su derecho a animar la vida de quienes creen en ella.


Los meticulosos de la astrología me dirán que esta situación es real y así sucede, acá no vamos a discutirles. Independientemente de que sea así, la cosa es que mercurio retrógrado se convirtió en la excusa perfecta para que las cosas no salgan cuando no queremos que sea así o cuando no sepamos qué hacer. Se vive de una excusa común y quien sabe si irreal en la que nos permitimos el abandono, la ausencia, el temor, el miedo, la desesperanza.

La cosa no salió: Mercurio Retrógrado. Tengo que mejorar cosas de mí: Mercurio Retrógrado. Debo cambiar mi manera de reaccionar: Mercurio Retrógrado. Tengo que expresarme mejor por lo que quiero y siento: Mercurio Retrógrado.


No es fácil cambiar, no es fácil hacer, casi nada es fácil a excepción de descansar. Pero el animo al final busca la manera de zafarse de esta excusa y permitirnos creer que las cosas pueden y deben ser mejor, no importa si vivimos en la Venezuela de los pasos hacia atrás, la misma de los polos opuestos, la que en nuestra mente parece de primer mundo y no lo es básicamente por nosotros.


En vosotros la pasión por la vida, esa que nos invita a creer en aquello que nos define y sobre todo lo que nos pone en marcha cada día. Convertirnos en la excepción a la regla que cree indefinidamente en que Mercurio Retrógrado es la razón por la que de cuando en cuando nos va mal. Lo sabemos, de verdad que lo sabemos, casi siempre nos va mal porque nos da la gana.

Animaos, que mejor que nada ya no hay Mercurio Retrógrado, para noviembre sale otro, vivan  ya. Hagan lo que deban hacer por reconocerse felices, hagan, solo hagan. Aquí la admiración que les profeso porque viviendo ya estáis haciendo historia.

Mi aprecio y  las mejores vibras porque vuestras vidas sigan siendo culto a la alegría: ¡Pura Vida!

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